LATINOAMÉRICA

Más del 50% de la población de Ecuador ya recibió la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció este sábado que nueve millones de ecuatorianos, más del 50% de los habitantes del país recibieron la primera dosis de la vacuna anticovid.

“¡Hoy se cumplió un hito! 9 millones de personas ya tienen su primera dosis”, publicó en Twitter el mandatario ecuatoriano.

El Ministerio de Salud dijo en un comunicado que para el inicio del fin de semana se registró “un total de 9.062.160 de ciudadanos vacunados con la primera dosis, lo que representa el 51,05% de la población total”.

Agregó que “2.374.865 de ciudadanos han sido inmunizados con la segunda dosis (13,38%)”.

“Acude a recibir tu segunda dosis y dile sí a la vida”, remarcó Lasso, que asumió el pasado 24 de mayo y cuyo objetivo es completar la vacunación de nueve millones de personas en los primeros 100 días de gestión.

El mandatario agradeció el trabajo conjunto “entre el sector público, la empresa privada y la sociedad civil”.

Ecuador reporta más de 487.372 casos de COVID-19 y 31.631 fallecidos a causa del coronavirus.

En el país se inmuniza a la población con dosis del dúo estadounidense-alemán Pfizer/BionNTech, la china Sinovac y la sueco-británica AstraZeneca. Todas requieren dos dosis por persona.

CERTIFICADOS FALSOS

En Guayaquil, la segunda ciudad más grande y primera conurbación del Ecuador, así como en otras ciudades importantes del país andino, incluyendo Quito, ya se ofrecen certificados falsos de vacunación. Todo parte del impulso que tiene mucha gente de disponer del certificado de haber completado el esquema de vacunación para movilizarse libremente durante el estado de excepción como ha determinado el gobierno, para poder ingresar a centros comerciales y otros lugares de concentración masiva como han solicitado algunos municipios o para tenerlo en caso de que se convirtiera en un requisito para transacciones bancarias, como ocurría con el certificado de votación. El carnet falsificado cuesta entre USD 20 y USD 30.

En las redes sociales se ofrecen réplicas del documento emitido por el Ministerio de Salud Pública del Ecuador e incluso prometen el servicio de registrar en el sistema informático del Plan de Vacunación, lo que involucra formas delictivas más sofisticadas como el hackeo de los sistemas informáticos o el apoyo en el ilícito de funcionarios públicos.

Esto se entiende porque hay todavía una pequeña, pero importante parte de la población que asegura que la pandemia responde a una gran conspiración mundial, que todo es una mentira y que la vacunación masiva supone la instalación de microchips en el organismo humano para monitorearlo desde un gran centro de mando universal.

Una fracción minoritaria de la sociedad da crédito a las teorías de la conspiración en todo el mundo. Cree que las vacunas o las mascarillas tienen grafeno, un compuesto químico descubierto en 2004 y que tendría la potencialidad de envenenar masivamente a la población. Entre los bulos se asegura que las personas inoculadas por los esquemas de vacunación no vivirán más de diez años, que perderán sus facultades reproductivas o su vitalidad sexual. Los científicos de todo el mundo lo han desmentido pero las noticias falsas se reproducen con mayor facilidad.

En Ecuador, como en otras partes de la región, fecundó la desinformación de que resulta más conveniente y saludable no vacunarse. Varias personas han caído en esa mentira, sin embargo, necesitarán el carné para transitar por las calles y someterse al control de las autoridades locales.

La Alcaldía de Guayaquil, autoridad ejecutiva más importante en la conurbación homónima que es la primera en población a nivel nación, anunció que controlaría el acceso de las personas al transporte público. La alcaldesa de Guayaquil, Cinthya Viteri, anunció que se tomarán medidas para conceder vía libre a quienes estén vacunados y prohibición a quienes no lo estén en el esquema completo de inoculación. La forma de poderlo verificar es exhibiendo el carné de vacunación. La medida fue adoptada también en la provincia de El Oro, una jurisdicción colindante con la conurbación de Guayaquil, lo que disparó la oferta de documentos falsificados (Cortesía AFP).