OPINIÓN

LOS TALIBANES… ¿EJÉRCITO, GUERRILLA O MOVIMIENTO RELIGIOSO?

Para el mundo occidental es difícil entender como un “movimiento religioso”, en su contexto, pude llegar a ser sanguinario y cruel.

Aproximadamente al año 1864 el poderoso imperio británico incursiona en la zona de Afganistan, según ciertos historiadores, buscando el control económico y comercial de la región.

Allí se encontraron con una implacable resistencia local encabezada por combatientes suicidas identificados por el uso de turbantes negros, quienes se lanzaban a la batalla enfrentando cuerpo a cuerpo sus invasores, cortando su garganta sin importar el rango, algo inusual y aterrador para las tropas europeas. ¿Quienes eran esos feroces guerreros?…eran “Los Talibanes”.

La palabra “talib” significa “estudiante” y su plural es “talibán” por lo que su traducción sería “estudiantes” y de una manera mas literal u ortodoxa se refiere a “Los seminaristas”.

Son jóvenes que se dedican al estudio de la ley islámica, en particular, entre la zona Afgana y Paquistaní. Un estudio mezclado entre la ley ortodoxa y matices nuevos.
Recientemente, “Talibán” se aplica al movimiento político, social, militar y económico originado al sur de Afganistan, en pugna por el poder central, por un poder hegemónico.

También, se usa el término para referirse simplemente a un miembro de este movimiento.

Una aplicación extrema de la ley islámica, según los Talibanes se desprende el rescate de la moralidad de su gente y donde debe ser preservada la virtuosidad de la mujer, algo muy lejano a la igualdad de género en el mundo occidental. La imposición del uso de la Burka, un ropaje que impide ver el cuerpo femenino, al igual que la instrucción del Corán en el hogar hasta los 8 años, para luego solo dedicar su vida las labores del hogar y la crianza de los hijos.

La mujer solo puede trabajar en labores de salud; no debe exhibirse, por lo que las ventanas de su hogar deben estar selladas para evitar ser vistas por extraños; no deben reír fuerte o hacer ruido al caminar; jamás pueden convivir con un hombre que no sea de su familia; no puede atender su salud por un médico hombre sin la presencia de un hombre de su familia, entre otras cosas tan ilógicas para muchos de nosotros. Y hasta algo tan simple como viajar en transportes público, debe hacerlo en autobuses solo para féminas.

Los hombres no escapan a ciertos condicionamientos en su vida cotidiana, se impone el uso de ropa tradicional para los hombres, es decir, ni jeans ni chaquetas occidentales, es obligatorio el uso de barba y llevar el cabello corto.

La oración obligatoria cinco veces al día, de preferencia en las mezquitas.
El arte está muy limitado, casi anulado. No hay teatro, no hay cine.

Y ni hablar de la justicia. Jueces y verdugos con castigos severos tradicionales: al ladrón se le amputa la mano o el brazo, a la adúltera de le lapida, incluso se castiga con golpisas publicas a quienes no cumplan con la vestimenta ordenada y hasta la ejecución publica de homosexuales.

Su filosofía les lleva a levantarse en armas armas contra cualquiera que se sospeche de invasor, de allí su gran resistencia y repudio ante el extranjero.

El Yihadista o guerrero de la Yihad, o guerra santa islámica, son capaces de inmolarse con todo gusto y pasar a la historia como mártires de su causa lo que les hace muy peligrosos pues en realidad no temen a la muerte, al contrario, morir es de héroe, casi santo.

El Talibán no es un partido político, no es un ejército mercenario, no es una facción religiosa, es todo de un todo, y obedece a costumbres tribales relacionadas con su entorno geográfico y ahora geopolítico, con una particular interpretación de la ley islámica y la reacción ante los ataques occidentales de Estados Unidos y sus aliados.

La victoria con la recién tomada y sitiada capital Kabul, este pasado domingo 15 de agosto, no es el final de esta historia, es solo la primera pagina de un nuevo capítulo de este largo libro con millones de personajes muertos, religiosos y no tanto. Un cruel libro…lamentablemente con muchas ediciones.

@MolyAraujoJr

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