OPINIÓN

El talento de Santiago Bosch

Por: Linda D’ambrosio

Hace apenas unas semanas comenzó a circular en diversas plataformas Speak to me, el más reciente trabajo del compositor Santiago Bosch.
De origen larense, Santiago pertenece a ese grupo de músicos venezolanos que, radicados en Boston, han destacado por su talento, convirtiéndose en referentes de sus respectivos estilos. Accedió al Berklee College of Music gracias a su brillante desempeño en un ciclo de audiciones que tuvo lugar en Panamá, y que lo hizo acreedor a una beca. Zuly Perdomo Mattey, quien había organizado durante años los festivales de jazz en Venezuela, detectó que estaba dotado de un especial talento, y lo estimuló a presentarse a la convocatoria. Así pues, se trasladó en 2011 a Massachusetts, en donde cursó un pregrado en interpretación de piano, al que seguiría una maestría en performance de jazz contemporáneo en el Berklee Global Jazz Institute. 


Cuando llegó a Boston, Santiago ya había cursado la especialidad de Educación Musical en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto. Durante los primeros años de su niñez había asistido a clases de Teoría y Solfeo en el Conservatorio Vicente Emilio Sojo, a instancias de su padre, el saxofonista Jaime Bosch, en quien reconoce una de sus principales influencias musicales (“Su presencia y su música, sus discos, sus cassettes, sus instrumentos…, todo eso me rodeó y me influenció”, afirmaría el músico). Había recibido clases de piano de la profesora Lila de Gutiérrez, y experimentaba en el mundo de la composición de manera autodidacta. Comenzó a escribir música, a grabarla, a secuenciarla en la computadora, y formó un grupo con el que interpretaba sus propios temas. 


“Voy dejando pequeñas ideas grabadas en mi celular o en la computadora, y luego las reviso y trato de desarrollarlas” dice.
Speak to me era un tema musical que tenía en mente, orientado más que todo a la guitarra eléctrica con distorsión, “un poquito más hacia el rock, obviamente con ese toque de jazz”, explica. 


La grabación tuvo lugar a distancia, y en ella intervinieron el guitarrista Francisco Quintero, venezolano, desde Washington, y el baterista norteamericano Tyson Jackson. Junior Braguinha, que toca con gente de gran renombre en el mundo del jazz y del jazz fusión, aceptó tocar el bajo. “Cada uno de ellos tiene el sonido que se asemejaba a lo que yo estaba buscando con esta canción en particular, y sentí que iban a encajar perfectamente con el concepto. Afortunadamente, así fue”, afirma Santiago.


“Cada quien grabó desde su casa, salvo el baterista, que vive aquí en Boston. Yo ya tenía preparada la maqueta de la canción. Progresivamente, los instrumentos pre-grabados por mí en la computadora fueron reemplazados por instrumentos reales. Envié los instrumentos virtuales, más la batería real, al bajista, que grabó su parte. A continuación grabé yo. Y el guitarrista recibió lo que los otros habíamos grabado e incorporó su parte. Un ingeniero, músico, legendario también, que admiro mucho y fue mi maestro en Berklee, fue quien mezcló y masterizó el sonido. Se llama Steve Hunt”.


Speak to me, que al igual que los dos álbumes previos de Santiago Bosch, se encuentra disponible en plataformas como como Spotify, Apple Music, YouTube y Bandcamp, refrenda las posibilidades que la tecnología ofrece al desarrollo de la música, y demuestra cómo, cuando al talento se unen perseverancia y formación, pueden alcanzarse grandes resultados y el reconocimiento que va cosechando este venezolano, que afirma: “lo que más valor tiene es estar entusiasmado por lo que estás haciendo, hacerlo con honestidad y basarse en lo que te gusta como compositor”.


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