LATINOAMÉRICA

El Salvador cumple 31 años de los Acuerdos de Paz entre protestas contra Bukele

Hace 31 años que se firmaron los Acuerdos de Paz en Chapultepec, México, poniendo fin a 12 años de guerra civil en el Salvador. Mientras los salvadoreños conmemoraron la fecha, el Gobierno del presidente Bukele siguió sin reconocerla. Parte de la población aprovechó la ocasión para expresar su rechazo al presidente, a quien algunos acusan de “dictador”.

El Salvador cumplió este lunes 16 de enero la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, que pusieron fin a 12 años de guerra civil. El conflicto opuso al FMLN, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (ahora partido político de oposición), al Gobierno y su Ejército, apoyado por Estados Unidos. Se saldó con unas 75.000 personas muertas y 8.000 desaparecidos. 

En enero de 2022, la Asamblea Legislativa aprobó un decreto para reconocer el 16 de enero como el Día Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado, pero ningún evento oficial fue organizado para la ocasión. Por cuarto año consecutivo, el Ejecutivo de Nayib Bukele no conmemoró los acuerdos, que califica de “farsa”.

Según el vicepresidente del país, Félix Ulloa, los Acuerdos de Paz “terminaron en estafa” y no piensa “ni que hay que conmemorarlos, ni que hay que honrarlos”, como expresó este lunes en una entrevista en un canal local.

“La firma de los Acuerdos de Paz nos generó mucha esperanza, mucha expectativa (…) pero nos fuimos decepcionando cada año hasta llegar a la triste realidad que el pueblo dijo hay que cerrar esta etapa, olvidemos eso, nos estafaron”, señaló el vicepresidente.

Riesgo de retrocesos

El domingo, cientos de salvadoreños se manifestaron en la capital, San Salvador, para conmemorar la fecha.

“Es un insulto manifestar que los Acuerdos de Paz fueron una farsa cuando miles de personas murieron y existe impunidad de muchos casos que se dieron”, dijo Ivania Cruz, portavoz del Comité de Familias de Presos y Presas Políticos de El Salvador.

Karina Sosa, diputada del Parlamento Centroamericano por el FMLN, dijo el domingo que se quiere “borrar de tajo ese recuerdo” de los Acuerdos de Paz y advirtió que “están queriendo callar voces” de la oposición y que ese es “uno de los más claros ejemplos de los retrocesos” que, según ella, vive El Salvador.

En el marco de un aniversario más de los acuerdos de paz, conmemoramos a los caídos. Muertes que no fueron farsa sino una dura, dura realidad.#prohibidoolvidar #prohibidorepetir #AcuerdosDePaz #elsalvadorlibrededictadura pic.twitter.com/wlmmF02dTJ— Karina Sosa (@KarinaSosa_2) January 16, 2023

El secretario general del FMLN y ex vicepresidente, Óscar Ortiz, también advirtió este lunes de los riesgos de no reconocer tal acuerdo. 

Destacó que la firma de la paz entre el FMLN y el Gobierno de la época sirvió para “el desmontaje de la locura” de las violaciones de los derechos humanos y “dar paso a la esperanza”.

“Si no tenemos cuidado (…), El Salvador puede volver al pasado, puede volver a una era autoritaria, puede consolidarse como un nuevo país en dictadura”, señaló Ortiz.

“No creo que en el país tengamos que volver a un estado de persecución, de represión, de militarización, donde nuevamente se quiera imponer la censura y callar voces”, indicó.

Los #AcuerdosDePaz son uno de los hitos históricos más importantes en la historia del país.
Por eso rechazamos los intentos de borrar este triunfo histórico, que es fruto principalmente de la lucha del pueblo salvadoreño. pic.twitter.com/tXK0rfslAE— Oscar Ortiz (@oscarortizsv) January 16, 2023

Esta conmemoración se dio mientras el país se encuentra bajo un régimen de excepción desde finales de marzo con la excusa de combatir a las maras.

Señalan a Bukele de “dictador” 

El domingo, manifestantes expresaron su rechazo a Bukele, a quien señalaron de “dictador”. También se pronunciaron en contra de su reelección, ya que anunció que la buscará en los comicios de 2024. 

Desde marzo de 2022, el Gobierno empezó una guerra contra las maras y especialmente de la Mara Salvatrucha 13. A través de un estado de excepción que se ha prolongado varias veces, Bukele sacó a miles de militares y policías a las calles para realizar capturas masivas. 

Varios detenidos por pertenecer supuestamente a pandillas yacen tumbados y esposados en una cárcel de El Salvador. 29 de marzo de 2022. © Presidencia de El Salvador / AFP

Reynaldo Santos, un manifestante, cuyo hijo de 20 años fue capturado el pasado 20 de diciembre participó en la marcha «por las injusticias que se están dando, más que todo por las capturas de gente inocente sin antecedentes penales”, subrayando que “se están violentando mucho los derechos de las personas inocentes”.

De acuerdo con el Gobierno, bajo el régimen de excepción, se ha detenido a más de 61.300 supuestos pandilleros, pero se ha liberado a más de 3.300 personas por orden de la Fiscalía y los tribunales. Pero las detenciones se producen sin garantías y habría cerca de 6.000 inocentes en prisión.

Sin embargo, la popularidad de Bukele sigue siendo excepcionalmente alta. Según el último barómetro de diciembre de 2022, el mandatario tenía una aprobación del 87,8%. Estas cifras se pueden explicar por el rechazo histórico de la población hacia estos grupos extremadamente violentos que provocaron miles de asesinatos a lo largo de las tres últimas décadas.

El mandatario podría acceder fácilmente a la victoria en los próximos comicios a pesar de que hasta el año pasado el país prohibía presentarse a un segundo mandato. Sin embargo, la Corte Suprema, cuyos jueces fueron designados por los aliados de Bukele en el Congreso, permitió que Bukele buscará su reelección. 

Con EFE