Aire acondicionado: razones que deber tener en cuenta para que no afecte tu salud

Un aire acondicionado es super fundamental en las calurosa y pesadas temporadas de verano, no obstante, para el frío también es una gran arma si contiene la opción de la calefacción o aire calor, pero lo que es más importante de todo es que si dicho artefacto eléctrico no cuenta con la limpieza y cuidados pertinentes, puede ser el causante de algunas enfermedades relacionados a la respiración.

Con la reutilización y el pasar de la semana, los aires acondicionados son unos grandes generadores de polvo y otras sustancias orgánicas capaces de generar en los seres humanos diversos episodios de irritación, inflamación y peor aún, infecciones de las vías respiratorias.

Protección de la salud respiratoria

Muchas veces para poder mantener un hogar, oficina, cuarto o algún lugar determinado, se toma la decisión de cerrar las ventanas y puertas para que mediante el aire acondicionado, esté con buen clima el ambiente.

Lo que pasa normalmente es que además de la sensación térmica que se quiere tener, la falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados, conlleva a la acumulación de partículas alergénicas como pólenes, polvos domésticos y ácaros y aumenta la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes.

Martín Maillo, perteneciente a la sección de Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, explica en el medio mitre que la falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados, conlleva a la acumulación de partículas alergénicas como pólenes, polvos domésticos y ácaros y aumenta la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes.

Por lo tanto, cuando se abusa de la utilización del aire acondicionado se pueden desencadenar algunas patologías y afecciones como dolor de garganta, rinitis, tos, broncoespasmo, sequedad de mucosas e infecciones.

Recomendaciones

• Mantener y limpiar equipos y filtros de aire, al menos una vez al año.
• Evitar la exposición directa, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde la exposición puede ser más prolongada y sin control.
• Realizar intervalos con el aire acondicionado apagado para ventilar el ambiente y reducir la sequedad.
• En verano, tratar de mantener la temperatura ambiente entre los 24 y 26 grados.
• Beber agua o jugos de frutas para facilitar la hidratación de las vías respiratorias.