IMPERDIBLES

El microbioma intestinal podría influir en la temperatura corporal, según un estudio

Expertos de Estados Unidos en microbiología e inmunología, hallaron que algunos microbios presentes en el sistema digestivo cumplirían un rol clave en las variaciones térmicas del organismo. Los detalles y la explicación de los autores

Los estudios sobre la evolución del cuerpo humano avanzan año a año en el ámbito científico. Por caso, recientemente, un grupo de expertos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, planteó que la temperatura promedio del organismo ha estado disminuyendo constantemente desde mediados del siglo XIX. Según postularon, los microbios intestinales cumplirían un rol clave en esta dinámica.

Los investigadores examinaron las historias clínicas de 116 pacientes que fueron hospitalizados por sepsis -reacción corporal ante una infección– y diversas pruebas de laboratorio que se realizaron en ratones. De este modo, observaron que hubo amplias variaciones en la microbiota que se correlacionaban con cambios en la temperatura corporal de las personas.

“Sabemos que la respuesta de la temperatura es importante en la sepsis porque predice con fuerza quién vive y quién muere”, detalló el microbiólogo e inmunólogo Robert Dickson, uno de los autores de este trabajo, que fue publicado en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine. “Lo que aún no sabemos con certeza es qué impulsa esta variación y si se puede modificar para ayudar a los pacientes”, añadió.

Los científicos compararon ratones normales con ratones genéticamente idénticos pero que carecían de un microbioma. La sepsis provocó cambios drásticos en la temperatura de los ejemplares convencionales, pero tuvo un efecto moderado en aquellos que estaban libres de bacterias intestinales. Entre los ratones con microbioma, la variación en la respuesta a la temperatura se correlacionó fuertemente con la misma familia bacteriana (Lachnospiraceae) que se encontró en los humanos.

“Descubrimos que el mismo tipo de bacteria intestinal explicaba la variación de temperatura tanto en nuestros sujetos humanos como en nuestros ratones de laboratorio”, dijo Dickson. “Esto nos dio confianza en la validez de nuestros hallazgos y nos brinda un objetivo para comprender la biología detrás de este hallazgo”, resaltó.

Es que, de acuerdo a lo planteado por los autores, las bacterias filo Firmicutes del intestino se asocian estrechamente con tener un cuadro de fiebre más elevado. Cabe señalar que estas bacterias producen sustancias importantes para el crecimiento y la salud del organismo humano e influyen en la respuesta inmune y el metabolismo.

Por su parte, otra de las autoras, Kale Bongers, indicó: “Hay una razón por la que la temperatura es un signo vital: es fácil de medir y nos brinda información importante sobre el estado estado inflamatorio y metabólico del cuerpo”.

Asimismo, la experta aseveró: “Aunque ciertamente no hemos probado que los cambios en el microbioma expliquen la caída de la temperatura del cuerpo humano, creemos que es una hipótesis razonable. La genética humana no ha cambiado significativamente en los últimos 150 años, pero los cambios en la dieta, la higiene y los antibióticos han tenido efectos profundos en nuestras bacterias intestinales”.

En ese sentido, desde la revista Science Alert remarcaron que si bien este trabajo “no es suficiente para mostrar que las bacterias intestinales son la razón por la que el cuerpo humano se ha enfriado durante los últimos 150 años, es una hipótesis interesante y muestra cómo el microbioma del intestino está relacionado con la temperatura corporal”.

La función de las bacterias intestinales

Existen alrededor de 40 billones de bacterias que habitan en nuestro cuerpo y la mayoría se encuentra en el intestino. En conjunto, se las conoce como microbioma intestinal, y son increíblemente importantes para la salud integral. En términos generales, un microbioma diverso se considera saludable. Y parte de esa diversidad la obtenemos de la alimentación.

“La población de bacterias intestinales de las personas obesas es diferente a la de las personas delgadas. No se sabe si esta diferencia contribuye a la obesidad o es una consecuencia de la misma. Hasta el momento, la investigación no ha arrojado respuestas claras. Aunque es poco probable que tomar un probiótico cause daños, puede que no ayude a combatir la obesidad”, precisó la doctora Meera Shah, especialista en Endocrinología, Diabetes y Metabolismo, de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, EEUU.

La especialista remarcó que, en primer lugar, es importante entender que el aumento de peso es, esencialmente, una función del déficit energético. La ecuación es sencilla, se aumenta de peso cuando se ingieren más calorías de las que el cuerpo gasta para realizar las funciones vitales del organismo y las actividades de cada día.

Según la experta, “está demostrado que las bacterias intestinales influyen en la eficacia con la que el organismo extrae la energía de los alimentos que llegan al intestino delgado. El tracto digestivo, también llamado intestino, contiene trillones de bacterias. Muchas de esas bacterias desempeñan funciones útiles en el organismo, como metabolizar los nutrientes de los alimentos”.

“Se sabe es que se pueden tomar medidas para mantener un microbioma intestinal más saludable, y estas medidas también deberían ayudar con la pérdida de peso. Por ejemplo, comer muchas frutas y verduras parece ayudar a que las bacterias intestinales buenas prosperen”, agregó Shah.

Con Información de Infobae