Cómo les fue a las empresas argentinas que cotizan en Wall Street en el inicio de la era Milei
Las subas se concentran en el período de cambio de expectativas, en lo que va del año hay mayoría de bajas. La euforia duró poco y ahora la implementación es la clave
Las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York abandonaron la tendencia alcista y, en la mayoría de los casos, acumulan caídas en lo poco que va de 2024. La tendencia también se ve en el valor medido en dólares contado con liquidación de los papeles que cotizan en la Bolsa de Comercio Buenos Aires con bajas del 9% en lo que va de febrero y de casi 4% en el año.
El cambio de humor inversor, que se verificó sobre todo desde la primera vuelta electoral, parece haberse pinchado. Con todo, si bien en los últimos días el valor de las empresas que cotizan en el mercado empezó -más que nada- a devolver buena parte de lo ganado, si se toma el último piso de las acciones, justo antes de la primera vuelta presidencial del 19 de noviembre pasado, todavía acumulan avance. Ganan ni más ni menos que más de USD 27.000 millones en términos de capitalización bursátil, el valor de mercado de una empresa.
El cambio de humor inversor, que se verificó sobre todo desde la primera vuelta electoral, parece haberse pinchado
Claro que caben salvedades. Casi la mitad de esa suba corresponde al avance que ha gozado la acción de Mercado Libre en Wall Street, más de USD 13.000 millones en el período, una empresa que está bastante aislada de los avatares de la economía local.
De todas, sólo una perdió valor en el período. Es el otro unicornio, Globant, que también difícilmente puede atribuir su buena o mala suerte al día a día argentino.
Pero hay que salir de los números absolutos, porque por el enorme valor de la empresa de e-commerce confunden un poco. Los USD 13.661 millones de valor de mercado que ganaron el resto de las empresas, sin contar al gigante fundado por Marcos Galperin, suponen un crecimiento de poco más del 21% en moneda dura. Todavía no devuelven lo ganado a fines del año previo.
Pero así como supieron avanzar, trayendo recuerdos del 2015 estelar que vivieron los papeles argentinos con el cambio de expectativa que acompañó la campaña de Mauricio Macri hacia la presidencia, esos mismos recuerdos (y las dificultades propias que experimenta el gobierno de Javier Milei para consensuar o imponer su agenda) juegan en contra.
“La ilusión fue la elección. Pero desde que arrancó el Gobierno me parece que estamos ante una tendencia que no está mostrando mucha euforia”, dijo Matías Surt de Invecq.
La ilusión fue la elección. Pero desde que arrancó el Gobierno me parece que estamos ante una tendencia que no está mostrando mucha euforia (Surt)
“Y me parece prudente. Está todo atado al éxito del manejo de la macro y hasta el momento no podemos asegurar que la cosa se encamina y esto se estabiliza con alta probabilidad, más allá de algunos ítems específicos que son positivos (reservas, lo fiscal, etcétera)”, agregó el economista.
Buena parte de la baja es reciente. El revés que sufrió al Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados se tradujo, al día siguiente, en relevantes números rojos para las acciones argentinas. E incluso para los bonos soberanos que, a fuerza de compromisos de ajuste fiscal por parte del ministro de Economía Luis Caputo, tentaban a los inversores con la apuesta por una mejor capacidad de pago de la Argentina en el futuro.
Tanto la suerte de los bonos como de las acciones fue pobre esta última semana por las dificultades del oficialismo en materia de artes legislativas. Pero la tendencia floja de las acciones era previa. Ya cotizaban pesadas. Y probablemente lo sigan haciendo, coinciden en destacar los analistas del mercado.
Con una estrategia del Gobierno orientada a licuar pasivos monetarios, con los bancos como principales clientes de papeles del Tesoro que tienden a perder valor frente a la inflación, los bancos son los que más sufren en el corto plazo. Paradógicamente, ya que eran los que más habían gozado la expectativa previa, con Grupo Supervielle a la cabeza,
Pero la baja es generalizada. De 20 empresas argentinas que cotizan en Nueva York, 13 están en rojo en lo que va del año. Un gobierno libertario que puede seducir por su retórica pro mercado pero que desde el inicio generó dudas respecto a la gobernabilidad tiene un crédito limitado en la mente de los inversores. Quieren ver resultados y no pagan para ver.
Con una estrategia orientada a licuar pasivos monetarios, con los bancos como principales clientes de papeles del Tesoro que tienden a perder valor frente a la inflación, los bancos son los que más sufren en el corto plazo
“Lo que hay que empezar a ver es el delivery de las medidas, o sea que uno empieza a ver que empieza haber medidas que aumenten la productividad, que liberalicen el mercado, un riesgo país que baje, una apertura del mercado y que las empresas pueden tomar fondos afuera”, comentó Maximiliano Donzelli de IOL Invertironline.
“Nosotros seguimos apostando al equity argentino, pero somos conscientes de que podés tener en corto plazo una lateralización e inclusive una caída”, sostuvo el especialista que comparó con la euforia macrista y sus etapas. Si el 2015 fue dorado en términos de subas, impulsadas por las expectativas de cambio de gobierno, el 2016 no se destacó. Y sólo al siguiente año los movimientos alcistas volvieron a ser significativos.