LATINOAMÉRICA

Una ciudad muy reconocida en Argentina vive una ola de violencia

En Rosario, Argentina, el aumento de la violencia en las calles por la guerra del control de las bandas de narcotraficantes han hecho que el presidente Alberto Fernández anuncie el envío de refuerzos para luchar contra el crimen organizado. Rosario fue escenario de un ataque a un supermercado a la familia de Antonela Rocuzzo, la esposa del futbolista Lionel Messi, lo que hizo que la comunidad internacional se fijara en esta ciudad que es la más violenta de Argentina.

Tras prenderse el foco la semana pasada sobre la ciudad argentina de Rosario, la más violenta del país, por el ataque al supermercado propiedad de los suegros del famoso futbolista Lionel Messi, se dieron a conocer nuevos asaltos violentos en el barrio Los Pumitas. 

El fin de semana pasado, Máximo Jerez, un niño de 11 años que jugaba con tres amigos a pocos metros de un expendio de droga, murió luego de ser baleado por un grupo de cuatro personas que pasaban en un vehículo. También un adolescente de 13 años resultó herido con una bala en el pecho, según el fiscal Adrián Spelta, investigador del caso. 

En declaraciones a ‘Radio 2’ de Rosario, Spelta dijo que “se han pasado todos los límites”, y que “hay una puja territorial entre una banda que está hace tiempo en esa zona y otra que no es de la zona, para la venta de estupefacientes”. 

Durante un allanamiento a una vivienda donde posiblemente se habrían escondido los atacantes, las autoridades encontraron una vieja ametralladora FMK con silenciador, una pistola 9 mm y una moto con rastro de sangre que podría ser de los sospechosos, según el fiscal. Además, dos hombres y dos mujeres fueron puestos bajo custodia policial. 

Los hechos del sábado ocasionaron que el lunes los vecinos del lugar saquearan y destrozaran viviendas de presuntos narcotraficantes. Además, intentaron atacar a los ocupantes a los que responsabilizaban de la muerte de Jeréz.

En una de las casas robaron las pertenencias e intentaron incendiar el lugar por lo que bomberos y policía debieron intervenir, además de rescatar a los habitantes de las viviendas. 

“Esta es una demostración del hartazgo social. Aquí tenemos el fallecimiento de un chiquito, que fue ultimado a balazos”, dijo Claudio Brilloni, ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, que asistió al operativo policial en el barrio de Rosariol. Agregó que la violencia “se exacerba con la accesibilidad que tienen las bandas narcocriminales a las armas de fuego”. 

Para Brilloni, Rosario, que es el mayor puerto agroexportador argentino, “tiene características que hacen que sea un lugar deseado para las organizaciones narcocriminales”. 

Sumado a esto, afirmó que en este punto conviven “una faceta que es el narcotráfico a gran escala y la otra que es el negocio del ‘narcomenudeo’ y los enfrentamientos que se producen en los barrios de vulnerabilidad social”. 

Desde hace dos décadas, la violencia se ha incrementado en Rosario. En 2022 hubo 22 homicidios por cada 100.000 habitantes, unas cinco veces más que el promedio del resto del país, según datos oficiales.

El presidente envía fuerzas de seguridad a Rosario 

Alberto Fernández, presidente de Argentina, anunció este martes el envío de refuerzo de fuerzas de seguridad estatales a la ciudad de Rosario, con el objetivo de alcanzar los 1.400 efectivos y ayudar a desarticular las organizaciones de narcotraficantes. 

“Entiendo que Rosario nos necesita. Sé que sus fuerzas de seguridad son insuficientes para afrontar la solución del problema”, dijo Fernández en un mensaje en video. Y añadió: “Vamos a ponerle fin a la violencia criminal de sicarios, mercaderes de la muerte. Ninguna organización criminal, ninguna red mafiosa, puede contra la fuerza de un pueblo unido y en defensa de su tierra y en su vida en comunidad”. 

“Estamos tomando decisiones contundentes. No nos tiembla el pulso en combatir el crimen organizado. A quien resulte implicado con esas organizaciones, activa o pasivamente, le caerá todo el peso de la ley”, aseveró el presidente. 

También para intentar solventar el problema estructural que aqueja la ciudad decidió “que el Ejército argentino, a través de su compañía de ingenieros, participe en la urbanización de los asentamientos populares, acelerando tareas pendientes de ejecución y que son muy necesarias. Son las Fuerzas Armadas de nuestra democracia.” 

Fernández mencionó que “el sistema carcelario extremará la custodia contra los reclusos que han sido condenados y pretenden desde la misma cárcel seguir controlando los objetivos criminales.” 

El Gobierno firmó un convenio la semana pasada con la provincia de Santa Fe, lugar donde está ubicada Rosario, con el que se permitirá al as fuerzas de seguridad del lugar utilizar el Sistema de Identificación Segura, SIS, además se adquirirán 600 cámaras con reconocimiento facial. 

El jefe de gabinete, Agustín Rossi, oriundo de la provincia de Santa Fe, dijo en su cuenta de Twitter: “Tenemos el compromiso inclaudicable de combatir el crimen organizado en todo el país y específicamente el narcotráfico en Rosario. Queremos devolverle la tranquilidad a las y los rosarinos. Sin importar las circunstancias, no vamos a bajar los brazos.” 

La oposición acusa a Fernández de actuar tarde 

Debido a la espiral de violencia que vive la ciudad y tras los anuncios del presidente de la República, la oposición se fue lanza en ristre contra Fernández al decir que es un esfuerzo tardío que no ataca la raíz del problema. 

El diputado Mario Negri fue contundente. “El Presidente el miércoles hizo un bochornoso discurso del Estado de la Nación. Solo habló dos segundos de Rosario (para chicanear a la Justicia). Hoy realizó anuncios que llegan tarde. Uno de ellos ya fue prometido muchas veces: el envío de fuerzas nacionales. Ver para creer”, sentenció en su cuenta de Twitter.

La izquierda argentina también reaccionó y rechazó el envío de militares a Rosario por considerar la medida como ineficiente, ya que no resuelve las causas del problema. 

Myriam Bregman, precandidata del Partido de los Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda Unidad, cuestionó las medidas del presidente. “No se necesita al Ejército en Rosario, con eso solo se busca lavarle la cara y avanzar en la política de introducirlos en la represión interna, cuestión que nos llevará a situaciones críticas como en México o Colombia”, afirmó en Twitter. 

La única persona de la oposición que vio con buenos ojos la medida fue Patricia Bullrich que dijo “la solución no tiene que ser tibia. En Rosario se precisan fuerzas federales y el Ejército para impedir la libre circulación de narcos y sicarios”. 

Con AFP y EFE