OPINIÓN

¿PARECE QUE AHORA SI?

Por: Daniel Godoy Peña

El pasado 21 de abril los partidos políticos del G4 y distintas organizaciones políticas que representan a una parte de la sociedad civil, dieron a conocer al país un Manifiesto de la Plataforma Unitaria Unión por el futuro, la democracia y el bienestar de nuestra naciónnombre que se torna un tanto largo pero que podría ser un atisbo de rectificaciones para quienes creemos que ya estaba bueno de declaraciones, freses o promesas que no podían ser cumplidas en el corto plazo. Dicen que nunca es tarde cuando la dicha llega y menos si puede llegar envuelta de una solución política a la crisis. ¡Ojalá sea así!

Aunque parezca mentira -y luego de 22 años lidiando con un gobierno cuyas maneras y formas distan mucho de ser las más democráticas del planeta- en la oposición tenemos que llegar a nuestras peores crisis para darnos cuenta de cuál es el camino a seguir o, mejor dicho, cuál es el que nunca debimos abandonar. En el año 1992 en la campaña presidencial de los Estados Unidos el aspirante demócrata Bill Clinton, y su jefe de campaña centraron la atención de todo su equipo en un lema que ha pasado a la historia y que en el mercadeo político es tomada como ejemplo de mensaje claro, sencillo y conductor al éxito: “¡La economía, estúpido!”. Aunque la frase pueda sonar chocante y pudiera ser perfectamente aplicada a nuestra crisis, no me quiero referir a ella como el marco de una campaña de oposición, sino como ejemplo de lo que nos marca el camino y como un paralelismo frente a lo que nos toca recorrer, de modo que, cuando en la oposición nos sintamos tentados a intentar estrategias y acciones para las cuales no estamos preparados ni acostumbrados, o peor aún, que no dependen de nuestras capacidades, usemos una frase similar “¡La vía electoral, estúpido!”

El Manifiesto no es una declaración de principios que implique ideas políticas ni filosóficas que deslumbren. No pasará a la historia política de nuestro país como el Plan de Barranquilla ni como el Pacto de Puntofijo; pero creo que lo sencillo y sucinto del documento podría trasmitir después de tantos bandazos, desaciertos e inacción lo que muchos venezolanos hemos pedido y queremos hacer: ir a elecciones. La oposición G4, primero por la pandemia (no se podía hacer otra cosa), se vio atada de manos para actuar políticamente ante un evento para el cual nadie estaba preparado, y luego por la derrota de Trump en noviembre, que la hizo quedar como en una especie de estado catatónico, que echó por tierra la estrategia de más presión internacional de la mano de la administración Trump y sus aliados internacionales, muchos de los cuales al poco tiempo comenzaron a exhortar a los actores políticos venezolanos a buscar una solución política a la crisis sobre un supuesto elemental: no existe solución política sin diálogo ni sin elecciones.

Ese sector de la oposición que suscribió el Manifiesto ha expresado –al menos en el papel- 4 puntos que requieren de la mayor y más grande madurez política para poder beneficiar a la mayor cantidad de venezolanos, porque lo demás está fuera del radar y es obvio que la solución de la crisis no solo pasa por presentar soluciones o alternativas para los problemas de la gente, sino que esas propuestas sean empáticas y que logren conectar mental, física y emocionalmente con la mayoría.

El primer punto del Manifiesto habla de la atención a la crisis humanitaria, económica y social provocada no solamente por los desaciertos del gobierno de Maduro sino por las que son consecuencia directa de la pandemia. Lamentablemente no se hace mención al efecto nocivo de las sanciones ilegales y unilaterales que pesan sobre el país, cosa que –no podemos ocultarlo- hace que el análisis en el Manifiesto sea incompleto y sectario; pero en todo caso creo que es imperativo un acuerdo amplio que incluya al gobierno, la oposición, la Iglesia y los empresarios y que nos permita a acceder a vacunas más rápido y que los venezolanos podamos conocer el plan de vacunación que necesitamos. Ni los anuncios de las épicas del gobierno del presidente Maduro para pagar el COVAX, ni las convocatorias de calle de la oposición harán llegar más vacunas, ni más rápido.

Del segundo punto me centro en la necesidad de insistir en la restitución del Estado de Derecho y la justicia que, pasa por el cumplimiento de la Constitución y es ahí donde debemos poner un esfuerzo para hacerla valer, tanto el gobierno que la usa y la aplica a su antojo, como esa parte de la oposición que pretende mantener estructuras de gobierno en abierta contravención de la Carta Magna.

A la tercera debería ir la vencida y es ahí donde el Manifiesto pareciera reivindicar la soberanía popular a través del voto, hacia unas elecciones justas y transparentes, porque la gente quiere votar y salir a manifestarse en paz a través del derecho al sufragio. Hay que ser naif o muy “comeflor” para no saber que el gobierno usará todos los medios necesarios para ganar las próximas elecciones de alcaldes y gobernadores, que son las únicas elecciones que están previstas. No hay otras. Lo demás es engañar a la gente. Y en aras de lograr ocupar esos espacios hay que escoger candidatos a gobernadores, diputados regionales, alcaldes y concejales que estén preparados y que den la batalla sin bajarse del caballo en la mitad del rio. La mayoría de nuestros candidatos están mejor preparados que los del gobierno, y no podemos dejar a nuestros electores a merced del gobierno o en manos de quienes se dicen defensores de la autonomía y la democracia y que no les importa nada más allá de los municipios que gobiernan, así sean municipios donde siempre ha gobernado la oposición.

¡Queremos votar, el pueblo quiere votar!, y no nos podemos dar el lujo de montar una parafernalia y hacer el amague para después decirle a nuestros electores que no vamos a concurrir y llamar a la abstención. Si algo es evidente es que el saldo para esta parte de la oposición no está a nuestro favor, ni en números azules. Ojalá que cuando nosotros los políticos sintamos la tentación de volver a abandonar la vía electoral nos repitamos la frase: “¡La vía electoral, estúpido!”       

@danielgodoyp

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